Un equipo de 200 sacerdotes comenta el Evangelio del día
200 sacerdotes comentan el Evangelio del día
El Evangelio de hoy
para la familia
Evangelio de hoy + imagen + catequesis
Texto del Evangelio (Mc 8,1-10):
Jesús mandó a la gente acomodarse sobre la tierra y, tomando los siete panes y dando gracias, los partió e iba dándolos a sus discípulos para que los sirvieran, y ellos los sirvieron a la gente (...). Comieron y se saciaron.
En aquel tiempo, habiendo de nuevo mucha gente con Jesús y no teniendo qué comer, Él llama a sus discípulos y les dice: «Siento compasión de esta gente, porque hace ya tres días que permanecen conmigo y no tienen qué comer. Si los despido en ayunas a sus casas, desfallecerán en el camino, y algunos de ellos han venido de lejos». Sus discípulos le respondieron: «¿Cómo podrá alguien saciar de pan a éstos aquí en el desierto?». Él les preguntaba: «¿Cuántos panes tenéis?». Ellos le respondieron: «Siete».
Entonces Él mandó a la gente acomodarse sobre la tierra y, tomando los siete panes y dando gracias, los partió e iba dándolos a sus discípulos para que los sirvieran, y ellos los sirvieron a la gente. Tenían también unos pocos pececillos. Y, pronunciando la bendición sobre ellos, mandó que también los sirvieran. Comieron y se saciaron, y recogieron de los trozos sobrantes siete espuertas. Fueron unos cuatro mil; y Jesús los despidió. Subió a continuación a la barca con sus discípulos y se fue a la región de Dalmanuta.
Entonces Él mandó a la gente acomodarse sobre la tierra y, tomando los siete panes y dando gracias, los partió e iba dándolos a sus discípulos para que los sirvieran, y ellos los sirvieron a la gente. Tenían también unos pocos pececillos. Y, pronunciando la bendición sobre ellos, mandó que también los sirvieran. Comieron y se saciaron, y recogieron de los trozos sobrantes siete espuertas. Fueron unos cuatro mil; y Jesús los despidió. Subió a continuación a la barca con sus discípulos y se fue a la región de Dalmanuta.
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Hoy Jesús abre su corazón: «Siento compasión de esta gente, porque hace ya tres días que permanecen conmigo…». ¡Tres días con el Maestro! Primero les ha dado el “alimento” del alma: enseñanza religiosa. Después, Jesús, correspondiendo a la fidelidad de sus seguidores, no permite que marchen con hambre: hubo alimento para todos (más de 20.000 bocas).
—Algunos, quizá, se habrían marchado antes. ¡Siempre hay almas con prisas! ¿Te imaginas lo que se perdieron?
20 de marzo
San José, esposo de la Virgen María
Vídeo del Evangelio y comentario
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El Evangelio de hoy para la familia:
El puzzle del dibujo
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