Un equipo de 200 sacerdotes comenta el Evangelio del día
200 sacerdotes comentan el Evangelio del día
El Evangelio de hoy
para la familia
Evangelio de hoy + imagen + catequesis
Texto del Evangelio (Mc 1,1-8):
Apareció Juan bautizando en el desierto, proclamando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados.
Comienzo del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Conforme está escrito en Isaías el profeta: «Mira, envío mi mensajero delante de ti, el que ha de preparar tu camino. Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas».
Apareció Juan bautizando en el desierto, proclamando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados. Acudía a él gente de toda la región de Judea y todos los de Jerusalén, y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados.
Juan llevaba un vestido de piel de camello; y se alimentaba de langostas y miel silvestre. Y proclamaba: «Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo; y no soy digno de desatarle, inclinándome, la correa de sus sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero Él os bautizará con Espíritu Santo».
Apareció Juan bautizando en el desierto, proclamando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados. Acudía a él gente de toda la región de Judea y todos los de Jerusalén, y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados.
Juan llevaba un vestido de piel de camello; y se alimentaba de langostas y miel silvestre. Y proclamaba: «Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo; y no soy digno de desatarle, inclinándome, la correa de sus sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero Él os bautizará con Espíritu Santo».
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Hoy aparece Juan Bautista. Ahí le vemos, en el desierto, preparando el camino para el Señor. Juan nació un poco antes que Jesús y, cuando tenía unos 30 años, hizo de mensajero del Mesías, el Salvador.
—¿Jesús necesita que nosotros preparemos el camino? Sí, porque Él no quiere hacer nada sin ti. En Navidad, Dios llegará a nuestro mundo y la Virgen María lo recostará en un pesebre. Pero, no lo olvides, Dios quiere nacer y vivir en tu corazón. ¿Le das permiso?