viernes, 19 de abril de 2024

Madre devota que oró incesantemente por la conversión de su hijo Agustín

Madre devota que oró incesantemente por la conversión de su hijo Agustín
Ilustración
Pili Piñero
Trivia
de preguntas
27 de agosto: Santa Mónica
Texto del Evangelio
Lc 7,11-17
Cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda (…). Al verla el Señor, tuvo compasión de ella, y le dijo: «No llores».
Comentario del Evangelio
Hoy admiramos el ejemplo de una esposa y madre santa: Mónica (332-387). Es la mamá del futuro san Agustín que, de joven, la hizo sufrir mucho por su conducta alejada del cristianismo. Mónica ha pasado a la historia como una madre que lloró mucho suplicando la conversión del hijo rebelde. Después de muchas peripecias, a través de su madre, Agustín conoció a san Ambrosio —obispo de Milán— cuya predicación le llevó al bautizo. —Los hombres a veces nos reímos de las lágrimas de las madres, pero Jesucristo nunca las pasa por alto.

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