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Evangelio de hoy + breve explicación teológica

Domingo de Pascua (Misa del día)
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Texto del Evangelio (Jn 20,1-9): El primer día de la semana va María Magdalena de madrugada al sepulcro (…) y ve la piedra quitada del sepulcro. Salieron Pedro y el otro discípulo, y se encaminaron al sepulcro (…). Simón Pedro (…) entra en el sepulcro y ve las vendas en el suelo, y el sudario que cubrió su cabeza, no junto a las vendas, sino plegado en un lugar aparte. Entonces entró también el otro discípulo (…); vio y creyó, pues hasta entonces no habían comprendido que según la Escritura Jesús debía resucitar de entre los muertos.

Jesús ha entrado en una vida nueva y distinta

REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano)

Hoy, Jesús no ha vuelto a una vida humana normal de este mundo, como Lázaro y los otros muertos que Jesús resucitó. Él ha entrado en una vida distinta, nueva; en la inmensidad de Dios y, desde allí, Él se manifiesta a los suyos.

Esto era algo totalmente inesperado también para los discípulos, ante lo cual necesitaron un cierto tiempo para orientarse. Es cierto que la fe judía conocía la resurrección de los muertos al final de los tiempos. Pero la resurrección a una condición definitiva y diferente —en pleno "mundo viejo" que todavía sigue existiendo— era algo no previsto y, por tanto, tampoco inteligible al inicio. Por eso, la promesa de la resurrección resultaba incomprensible para los discípulos en un primer momento.

—El proceso por el que se llega a ser creyente se desarrolla de manera análoga a lo ocurrido con la cruz: nadie había pensado en un Mesías crucificado; ahora el "hecho" estaba allí, y este hecho requería leer la Escritura de un modo nuevo.

La Resurrección de Jesucristo

Fray Josep Mª MASSANA i Mola OFM (Barcelona, España)

Hoy, en esta mañana de Pascua, vemos mucho movimiento: una mujer va de su casa al sepulcro, y del sepulcro a donde los Apóstoles. Pedro y Juan corren a la tumba, verifican, ven. Y sobre todo, después de unos momentos entre la duda y la esperanza, "ven" con los ojos de su espíritu, y creen en la resurrección de Jesús.

Entre tanto movimiento, el mayor, el más decisivo, fue el de Jesús. Después del viernes de pasión y muerte en la cruz, y del sábado de “reposo” y silencio, salió de la tumba vivo y resucitado, dejando mortajas y sudario bien ordenados en su lugar, dándonos con su resurrección la prueba más clara de su divinidad.

—Señor Jesús, creemos que tu resurrección es la garantía de la nuestra, porque tú has dicho que eres la Resurrección y la Vida, y que el que cree en Ti, aunque muera vivirá, y tú lo resucitarás en último día.