Un equipo de 200 sacerdotes comenta el Evangelio del día
200 sacerdotes comentan el Evangelio del día
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Evangelio de hoy + breve explicación teológica
Jesucristo es el principal artífice de la evangelización del mundo
REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano)Hoy el Evangelio nos dice que Jesucristo, consagrado por el Padre en el Espíritu Santo, es el verdadero y perenne protagonista de la evangelización: "El Espíritu del Señor está sobre mí". Esta misión de Cristo continúa en el espacio y en el tiempo, atraviesa los siglos y los continentes. Es un movimiento que parte del Padre y, con la fuerza del Espíritu, lleva la buena noticia a los pobres en sentido material y espiritual.
La Iglesia es el instrumento principal y necesario de esta obra de Cristo, porque está unida a Él como el cuerpo a la cabeza. Dios por medio de Jesucristo es el principal artífice de la evangelización del mundo.
—Pero Cristo mismo ha querido transmitir a la Iglesia su misión, y lo ha hecho infundiendo el Espíritu Santo en los discípulos, aquel mismo Espíritu que se posó sobre Él y permaneció en Él durante toda su vida terrena, dándole la fuerza de "proclamar a los cautivos la libertad, y a los ciegos la vista".
La alegría de creer
REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano)Hoy, en estos decenios ha aumentado la "desertificación" espiritual, se ha difundido el vacío. Pero precisamente a partir de la experiencia de este desierto, de este vacío, es como podemos descubrir nuevamente la alegría de creer, su importancia vital para nosotros, hombres y mujeres.
En el desierto se vuelve a descubrir el valor de lo que es esencial para vivir; así, en el mundo contemporáneo, son muchos los signos de la sed de Dios, del sentido último de la vida, a menudo manifestados de forma implícita o negativa. Y en el desierto se necesitan sobre todo personas de fe que, con su propia vida, indiquen el camino hacia la Tierra prometida y de esta forma mantengan viva la esperanza. La fe vivida abre el corazón a la Gracia de Dios que libera del pesimismo.
—Podemos representar la fe como una peregrinación en los desiertos del mundo contemporáneo, llevando solamente lo que es esencial: ni bastón, ni alforja, ni pan, ni dinero…, sino el Evangelio y la fe de la Iglesia.