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Evangelio de hoy + breve explicación teológica

30 de septiembre: San Jerónimo, presbítero y doctor de la Iglesia
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Texto del Evangelio (Mt 13,47-52): En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «(…) Todo escriba que se ha hecho discípulo del Reino de los Cielos es semejante al dueño de una casa que saca de sus arcas lo nuevo y lo viejo».

San Jerónimo, presbítero y doctor de la Iglesia (347-420)

REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano)

Hoy centraremos nuestra atención en san Jerónimo, un Padre de la Iglesia que puso la Biblia en el centro de su vida: la tradujo al latín, la comentó y, sobre todo, se esforzó por vivirla.

Tras recibir el bautismo, hacia el año 366, se orientó hacia la vida ascética. Partió para Oriente y vivió como eremita en el desierto, dedicándose seriamente a los estudios. La meditación, la soledad, el contacto con la palabra de Dios hicieron madurar su sensibilidad cristiana. En el año 382 se trasladó a Roma. El Papa san Dámaso lo tomó como secretario y consejero; lo alentó a comenzar una nueva traducción latina de los textos bíblicos. Después de la muerte del Papa, san Jerónimo dejó Roma y emprendió una peregrinación, primero a Tierra Santa y, después, a Egipto.

En el año 386 se detuvo en Belén, donde se quedó hasta su muerte. Siguió desarrollando una intensa actividad: comentó la palabra de Dios; defendió la fe, oponiéndose con vigor a varias herejías; exhortó a los monjes a la perfección; enseñó cultura clásica y cristiana… Su formación literaria y su amplia erudición permitieron a san Jerónimo revisar y traducir muchos textos bíblicos. Apoyado por otros colaboradores, pudo ofrecer una traducción mejor: constituye la así llamada “Vulgata”, el texto "oficial" de la Iglesia latina.

—Dice san Jerónimo: «Ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo».