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Evangelio de hoy + breve explicación teológica

14 de febrero: San Cirilo, monje, y san Metodio, obispo, Patronos de Europa
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Texto del Evangelio (Lc 10,1-9): En aquel tiempo, el Señor designó a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos delante de sí, a todas las ciudades y sitios a donde Él había de ir (…).

San Cirilo, monje, y san Metodio, obispo, Patronos de Europa (s. IX)

REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano)

Hoy celebramos a san Cirilo y san Metodio, hermanos en la sangre y en la fe, llamados apóstoles de los eslavos. San Cirilo, de niño, aprendió la lengua eslava. En torno al 861, el gobierno imperial encargó a Cirilo una misión entre los jázaros del mar de Azov. San Cirilo, acompañado por su hermano san Metodio, vivió largo tiempo en Crimea. Allí buscó también el cuerpo del Papa Clemente I, que había sido desterrado a ese lugar. Encontró su tumba y, cuando emprendió el regreso, juntamente con su hermano, llevó las preciosas reliquias.

Al llegar a Constantinopla, los dos hermanos fueron enviados a Moravia por el emperador Miguel III. La misión tuvo muy pronto un éxito insólito. Al traducir la liturgia a la lengua eslava, los dos hermanos se ganaron una gran simpatía entre el pueblo. Esto, sin embargo, suscitó la hostilidad contra ellos por parte del clero franco que había llegado precedentemente a Moravia… En el año 867 los dos hermanos viajaron a Roma. Fueron recibidos por el Papa Adriano II, el cual intuyó que los pueblos eslavos podían desempeñar el papel de puente, contribuyendo así a conservar la unión entre los cristianos de ambas partes del Imperio. Por eso, no dudó en aprobar la misión de los dos hermanos en la Gran Moravia, aceptando el uso de la lengua eslava en la liturgia.

—Desgraciadamente, en Roma san Cirilo enfermó gravemente. Al sentir que se acercaba su muerte, quiso consagrarse totalmente a Dios como monje y tomó el nombre monástico de Cirilo. Luego pidió con insistencia a su hermano Metodio, que mientras tanto había sido consagrado obispo, que no abandonara la misión en Moravia y regresara a aquellas poblaciones. Y dirigió a Dios esta invocación: “Señor, Dios mío, escucha mi oración y conserva fiel a ti el rebaño que me habías encomendado...”.