Nuestra página utiliza cookies para mejorar la experiencia de usuario y le recomendamos aceptar su uso para aprovechar plenamente la navegación

Contemplar el Evangelio de hoy

Evangelio de hoy + homilia (de 300 palabras)

8 de mayo: Virgen de Luján, Patrona de la República Argentina
Podcast Descargar
Texto del Evangelio (Jn 19,25-27): Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús le dijo: «Mujer, aquí tienes a tu hijo». Luego dijo al discípulo: «Aquí tienes a tu madre». Y desde aquel momento, el discípulo la recibió en su casa.

«El discípulo la recibió en su casa»

P. Martín DOLZANI, ssp (Buenos Aires, Argentina)

Hoy recordamos la historia de la Virgen de Luján, que es muy original, como lo son las de otros centros marianos: Guadalupe, Fátima, Lourdes, etc., donde resuenan fuerte las palabras del evangelio «Ahí tienes a tu madre… y el discípulo la recibió en su casa», ya que se podría decir que, como Madre, María eligió el lugar donde quedarse y sus hijos la recibieron con filial devoción.

Estamos hablando de 1630. Todo comienza cuando Antonio Farías de Sá, encargó en Pernambuco (Brasil) una imagen de la “Purísima Concepción” para la capilla de su Estancia, en Sumampa.

Al llegar la imagen a Argentina, se cargó en una carreta, trasportada por bueyes. En el camino, en la zona que hoy está el Santuario de la Virgen de Luján (Provincia de Buenos Aires), sucedió que la carreta no iba más para adelante, ni para atrás. Solo reiniciaba la marcha cuando bajaban el cajón que custodiaba la imagen. Los presentes interpretaron que la Virgen se quería quedar allí.

Otro hecho sorprendente es que el primer cuidador de la imagen fuera un esclavo africano, Manuel Costa de los Ríos (traído como tal, desde Brasil), quien fue, además de testigo del milagro, como aquel que «la recibió en su casa». Actualmente se encuentra en causa de beatificación por su fe y entusiasmo en presentar a la Madre de Dios a los peregrinos.

La Iglesia argentina se prepara para celebrar, en el 2030, los 400 años del milagro, bajo el lema “María de Luján, esperanza de nuestro pueblo”. La Madre de Dios quedó en el corazón del pueblo argentino, tomando el nombre del lugar elegido: el río Luján, para desde allí mirar con amor y cercanía a sus hijos y ser motivo de fe y esperanza, como nos invita el papa Francisco: «Déjense mirar una vez más por Ella, con esa mirada de madre que te renueva, te cuida, te da fuerzas».