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Contemplar el Evangelio de hoy

Evangelio de hoy + homilia (de 300 palabras)

26 de abril: San Isidoro, obispo y doctor de la Iglesia
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1ª Lectura (Eclo ):
Salmo responsorial:
R/.
Versículo antes del Evangelio (Mt ):
Texto del Evangelio (Mt 5,13-16): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Vosotros sois la sal de la tierra. Mas si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Ya no sirve para nada más que para ser tirada afuera y pisoteada por los hombres. Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte. Ni tampoco se enciende una lámpara y la ponen debajo del celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa. Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos».

«Vosotros sois la sal de la tierra»

Rev. D. Joaquim MESEGUER García (Rubí, Barcelona, España)

Hoy, Jesús nos habla claramente del carácter testimonial de la vida cristiana: «Vosotros sois la sal de la tierra» (Mt 5,13). Así, pues, el que no demuestra lo que cree con su comportamiento y sus obras no puede tenerse por seguidor de Jesucristo, quien nos dio en todo momento el ejemplo de su vida. Vigilemos, pues, para que nuestra existencia no pierda la cualidad de ser sal y luz, ya que entonces «no sirve para nada más que para ser tirada afuera y pisoteada por los hombres» (Mt 5,13).

Gracias a Dios, tal como dice la Carta a los Hebreos, «estamos rodeados de una gran nube de testigos» (Heb 12,1), santos y santas, que en todo tiempo han dado el sabor cristiano a la vida humana, han preservado las costumbres de la corrupción imperante en el ambiente, y han contribuido a dar brillo a la sabiduría divina. Uno de ellos fue san Isidoro de Sevilla, hombre que, aunando la fe y la cultura, trabajó para preservar el legado intelectual del mundo greco-latino y para innovar a la vez los conocimientos de su época con nuevas aportaciones. Por el método enciclopédico y ordenado de sus Etimologías, avanzándose con mucho a su tiempo, ha sido propuesto como el patrón de los informáticos. ¡Cuando la santidad y la sabiduría se dan la mano, realizan grandes obras para mayor gloria de Dios y bien de la humanidad...!

San Isidoro vio la unión entre sabiduría y santidad como un deber pastoral en bien del pueblo fiel: «El obispo debe tener un conocimiento eminente de la Sagrada Escritura, porque si se limita a tener una vida santa, sólo él se aprovechará. En cambio, si está instruido en la doctrina y en la predicación, podrá instruir a los demás y enseñará a los suyos». Mientras reflexionamos estas palabras de san Isidoro, pidamos a Dios que nos dé doctos y santos pastores, según su corazón.

Pensamientos para el Evangelio de hoy

  • «La oración es propiedad del corazón, no de los labios, que Dios no atiende a las palabras de quien ruega sino de quien mira su corazón» (San Isidoro de Sevilla)

  • «San Isidoro buscó la contemplación de Dios, el diálogo con Dios en la oración y en la lectura de la Sagrada Escritura, así como la acción al servicio de la comunidad humana y del prójimo» (Benedicto XVI)

  • «El Pueblo de Dios tiene características que le distinguen claramente de todos los grupos religiosos, étnicos, políticos o culturales de la Historia (…). Su misión es ser la sal de la tierra y la luz del mundo (…)» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 782)