Querido amigo:

La muerte de Jesucristo en la Cruz es el centro de la creación. Toda ella se estremeció en aquella hora: los hombres con corazón, no de piedra sino de carne (en primer lugar, Santa María); la tierra (que tembló); el firmamento (que se oscureció) …

También hubo estremecimiento en los cielos: junto con el Padre y el Espíritu, los ángeles. Así lo consideraba san John H. Newman: «Cuando te quitaron los vestidos, tu cuerpo inocente fue humilde y amorosamente adorado por los ángeles más escogidos: te rodearon mudos de asombro, atónitos de tu belleza, temblando ante tu anonadamiento». ¡Nunca habían visto así al Hijo!

Como repaso a estos eventos fundamentales de nuestra fe, te proponemos la lectura de “Jesús en los Misterios de Dolor”, uno de los textos publicados en Temas·evangeli.net, a partir de la meditación del Santo Rosario. Accede al texto aquí:

Jesús en los Misterios de Dolor

¡Ojalá puedas sumarte al ángel que consoló a Jesús en Getsemaní (mientras los hombres dormían)! ¡Ojalá te animes a asociarte con los “ángeles más escogidos” que adoraron al Cristo yacente (mientras los hombres evitaban mirarlo)!

Aquél fue el momento supremo del proyecto de la creación, y ese Jesús es el gran regalo de Dios a la Humanidad. En palabras del teólogo H.U. von Balthasar, «Dios [Padre] no tiene nada más precioso que dar [a los hombres]: a lo largo de los siglos dará a la Humanidad este Cuerpo desnudo en cada celebración de la Eucaristía: Corpus Christi».

Deseándote una santa Semana Santa, te saluda

P. Antoni Carol Hostench (Coordinador General evangeli.net)